lunes, 28 de octubre de 2013

ACER GRANATENSIS

Endemismo del norte de África (cordillera rifeña de Marruecos ), isla de Mallorca y sureste de la Península Ibérica.

Se trata de un árbol  o arbusto caducifolio, de corteza grisácea o rojiza de hasta 8m. Las hojas son opuestas, coriáceas, con pecíolo  largo y a menudo pubescente, de 7-10x8-12cm palmeadas con tres lóbulos principales y dos secundarios en la base, color verde intenso que se torna de un espectacular amarillo en otoño.

En Andalucía se ubica en los pisos meso mediterráneo superior y supra mediterráneo, en situaciones frescas y microclimáticas favorables, en sustratos básicos, aislado o en pequeños rodales. Por encima de los 900msnm y de los 800mm.

Flores unisexuales o hermafroditas, entre marzo y abril poco antes de echar la hoja o en paralelo.

El fruto está formado por dos sámaras de aquenios ovoides, globosos e irregulares y una porción alada que  forman un ángulo inferior a 90º, generalmente convergentes.

La época para cosecharlo ideal es a finales de septiembre y octubre, aunque dependiendo de la altitud  y orientación en la que se sitúen los árboles se adelantará más o menos la recogida, de forma orientativa, cuando el ala se torna de color pardo-marrón y el fruto comienza a enverar, pasando de un color verdoso a tonos marrones, es buen momento para iniciar la colecta.
Presenta mucha semilla inviable por predación y por falta de embrión, de forma que es necesario seleccionarla, primero desecharemos las que tengan agujeros, posteriormente eliminaremos las alas a las restantes y las introduciremos en agua, al principio flotarán casi todas, habremos de dejarlas 48/72 horas hidratándose, de forma que las viables irán decantando. Es aconsejable agitarlas cada cierto tiempo. Pasadas 72 horas desecharemos las que floten, el resto presentará una germinación del orden del 90%.

Habrá de ser necesario una estratificación fría de tres meses en perlita o papel de fieltro, hasta que empiecen a emerger las raíces, momento en el que pasaremos a semillero o a tierra.





Joven arce de regeneración natural

 Joven arce de regeneración natural

Semillas en su punto óptimo de recolección

Semilla a desechar por predacción

Semillas en agua

Solamente una mínima parte decanta al principio

Pasadas 48 horas se incrementan las semillas decantadas


Plántula de arce de una sabia.


sábado, 12 de octubre de 2013

MOSTAJO (Sorbus Aria)

Arbol de porte medio, de vistosas hojas caducas, de 4-12 (-16) x 2-9 (-13) cm, simples, obovadas u ovado-lanceoladas, a veces serradas, con dientes irregulares, de base cuneada o redondeada, no coriáceas, glabrescentes en el haz y blanco tomentosas en el envés, en otoño adquieren un llamativo color amarillento. El mostajo comienza a florecer a partir de los ocho años. Florece en el mes de Mayo, siendo las flores hermafroditas, Madurando los frutos en Septiembre Octubre, los cuales son devorados y diseminados por los túrdidos. Se trata de Pomos de (8-) 10-17 x 8-15 mm, subgloboso, de  color anaranjado al rojo, comestibles.

Indiferente edáfico crece en Andalucía principalmente sobre suelos calizos, de forma aislada o en pequeños rodales, a altitudes superiores a los 900m sobre suelos frescos, y profundos, a veces en canchales, pies de cantil en el piso mesomediterraneo y supramediterraneo. Requiriendo precipitaciones superiores a los 700mm anuales.


Regiones de procedencia de Sorbus Aria (magrama.gob.es)

Distribución de Sorbus Aria en Andalucía (Libro rojo flora Andalucía)

Distribución de Sorbus Aria en Murcia (Floraprotegida.es)


A pesar de estar ampliamente distribuido formando parte de bosques caducifolios, su regeneración natural es comprometida, sobre todo por la predación de las plántulas por parte de los herbívoros, hecho fácilmente demostrable cuando se procede a proteger mediante vallado ciertas zonas, comprobándose en poco tiempo como aparecen Mostajos jóvenes en abundancia.

Es un árbol precioso de una vistosa floración y espectacular fructificación, siendo además importante para la avifauna, por lo que su utilización en regeneración forestal y jardinería es más que aconsejable.

Para su multiplicación es aconsejable recoger las semillas en el arbol, antes de que sean devoradas por los pájaros, cuando presentan un color rojo brillante. Hay que extraer las semillas y limpiarlas bien, pues la pulpa tiene sustancias altamente inhibidoras. Luego se seleccionarán las viables mediante decantación en agua, desechando las que floten.
Procederemos a una estratificación fría en perlita o papel de fieltro húmedo hasta que empiecen a germinar las semillas allá por el mes de febrero, momento en el que las pasaremos a bandeja forestal, contenedor o directamente al terreno. Algunas semillas germinarán al segundo año, por lo que las que no germinen en el primer año, deberemos guardarlas hasta el siguiente.

Usando contenedores de 300-400cm3 podemos cultivar plantas de una savia con un tamaño final de 10 a 40cm. Usando contenedores de 9lts se puede realizar cultivo a dos savias, con un tamaño final entre 40 y 140cm.

También es factible su multiplicación por injerto de hendidura plena simple en el mes de febrero-marzo sobre espino albar, serbal, acerolo o níspero. Mediante injerto conseguimos plantas idénticas a la planta madre, entrando estas en producción de fruto mucho antes que las de semilla, que han de alcanzar la madurez a lo largo de los años.

Mostajo en Octubre


Esplendidas hojas de Mostajo en Septiembre


Frutos aún sin madurar completamente en Septiembre.



Mostajo con protector para hervívoros


Color otoñal en Noviembre


Joven mostajo de dos sabias en Noviembre




Frutos en su punto óptimo a mediados de octubre


Despulpando los frutos para obtener las semillas


Decantando las semillas viables

  

Semillas germinando tras la estratificación fría

Plántula recién emergida.

Primeras Hojas.


OCTUBRE

Hace ya unos días que oficialmente ha llegado el otoño, las temperaturas se suavizan y las primeras lluvias dan cierto frescor al suelo de nuestros campos. Comienzan a llegar Petirrojos, Zorzales y Currucas como antesala del invierno. Los árboles se afanan en madurar sus frutos y repartirlos para continuar su ciclo. Azafranes y lirios silvestres comienzan a emerger, al igual que el regaliz de bosque o Polipodio.

Los embriagadores madroños combinan estos días frutos y flores encontrándose en pleno esplendor, al igual que los mostajos que lucen de rojo antes de cambiar a su vestido amarillo otoñal.

Las primeras setas de chopo, yemitas de huevo y las afamadas setas de cardo ya hacen las delicias de los seteros que se afanan en adelantarse al sol en busca de tan preciado tesoro, al igual que los cazadores que en su guerra galana yerro en mano empiezan estos días a otear los campos y sierras anhelando cortar el vuelo de alguna esquiva perdiz.

En los arces las últimas sámaras aladas esperan un golpe de viento que las lleve a buen puerto, y las persistentes fresas de bosque endulzan nuestro paladar en tanto esperamos a asar las primeras castañas, signo inequívoco de que en breve admiraremos las llamas de la leña en nuestras chimeneas en tanto visualizamos en nuestra imaginación la próxima aventura serrana.


El recién llegado Petirrojo ha encontrado mesa y mantel, toda la mañana ha pasado yendo y viendo al pudding de sebo, con que poco se puede ser tan feliz!

Las castañas a punto de carbón

Arce Granatense con sus samaras maduras

Azafrán Silvestre

Seta de Cardo

Bellotas de Encina

 
Fresas de Bosque (reina de los valles)

Los madroños comienzan a madurar


Polipodio


Doradilla


Cheilantes Acrostica

Mostajo


Cabello de Venus


Patitas de Burro